Tasas y propiedades
- Gonzalo
- 9 feb 2021
- 2 Min. de lectura
Tasas y PROPIEDADES
El otro día a vueltas con asuntos relacionados con los dineros me he vuelto mucho más atento a las alusiones al ten1a que aparecen en la Biblia. Me llama la atención, por ejemplo, la tasa que impone el libro de los Números por rescatara un varón primogénito y que el niño no tuviera que quedarse de plantilla en el templo: cinco siclos de plata. O sea, que Jesús fue tasado en unos 185 euros cuando tenía un mes, pero de mayor se revalorizó y Judas lo vendió por treinta 1nonedas ,que era lo que costaba un esclavo, unos 1.050 euros.
Sin casa propia donde reclinar la cabeza perteneció al colectivo «huéspedes del aire», compartiendo anticipadamente la suerte de los desahuciados.

Del préstamo del borrico en el que se n1ontó para entrar en Jerusalén, el evangelio de Marcos da muchos detalles: la condición que pone Jesús a la hora de pedirlo prestado era que no hubiera servido antes co1mo montura, una manera de decir que no pertenecía aún a la esfera de lo útil. Si estaba atado junto a una puerta es porque tenía dueño, y Jesús, que va a disponer de él sin ser su propietario,pron1ete que va a devolverlo, pero no ofrece n1ás aval ni garantía que el empeño de su propia palabra.
Último recuento de sus posesiones: al final solo tenía la túnica que llevaba puesta y acabó convertida en objeto de rifa, porque los soldados que le despojaron de ella pensaron que eso les traía mejor cuenta que repartírsela hecha pedazos.
Pablo lo dirá más tarde con su lenguaje contundente: «Ya conocéis la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico ,se hizo pobre para e1u·iqueceros con su pobreza» (2 Cor 8,9).Qué cosa tan disconforme, qué afirmación
tan peregrina, qué convicción tan extravagante. Solo los que se han decidido a creérsela se atreven a decir que es verdad.
Commenti